domingo, 17 de marzo de 2019

El alta

Y en un momento te dicen "se van de alta"; La alegría de llegar a tu casa con tu beba en brazos, pero la contradicción de haber estado hace 48 hrs en ese mismo lugar acariciando tu panza enorme. 48 hrs parece no ser tiempo suficiente para comenzar la maternidad.
9 meses no alcanza para dimensionar todo lo que continua después del parto.
En la clínica, recuerdo estar metiendo las cosas en el bolso y de repente tener que sentarme porque me llovió el primer gran interrogante: qué hago cuando llegue a casa? Qué es lo que primero debo hacer? Cómo se cuida a este recién nacido?
Qué importa cuantos cursos hayan hecho, jamás ibas a poder imaginar como sería realmente.
La fragilidad de ese cuerpo. Se te grabó a fuego la frase q te golpea constantemente la parte mas emocional de tu cabeza; ese bebe no puedo sobrevivir sin tus cuidados.
La vulnerabilidad en la que te deja es mas grande que tus fuerzas.
Podrías simplemente eludir esa responsabilidad? Imposible.
Sos mamá! Ese bebe te necesita. Y ahí se despierta la alarma que va a tardar en apagarse...
Vos también necesitas en ese momento a tu mamá! Sos tan inexperta como ese bebe que intenta aprender a vivir. Sos tan delicada como ese pedacito de ser humano que te mira.
La siguiente escena que me viene es estar con esta bebita en brazos, sentada en el borde de la cama y que llore sin poderla contener.
Se contraponen las dos imágenes, la real que te interpela y sacude, que te incomoda y la expectativa que te hiciste que nada tiene que ver con la primera.
Sos una coctelera de emociones. No tienen palabras que las puedan definir y la gente te mira pidiendo explicaciones.
No mucha gente habla del terror a quedarse sola con su bebe. No mucha gente comparte los sentimientos negativos que pasaron por su cabeza en ese momento. Cuesta darse cuenta que aquella cosita frágil que sostenes a duras penas, es la misma que iba creciendo adentro tuyo. Solo el hecho de reconocerse lleva su tiempo y su proceso. Pero nadie te lo advirtió.
En definitiva podes reducir todo lo que sentís a algo similar a ser muy niño.
Volver a ser niño y tener miedo. Necesitar una red de contención que apuntale, pero no de indicaciones. Que sostenga sin ser juez. Que enseñe sin sermones.
Asusta mucho llegar a casa y tener que sola comenzar esta nueva vida, da pánico. Pero mirás esa carita, olés ese cabeza y de algún lado sale, como ancestralmente la sabiduría.
Aparece de algún modo. Como lo hizo tu madre, tu abuela y todas las mujeres, la maternidad es mucho más instinto que razó.

El alta

Y en un momento te dicen "se van de alta"; La alegría de llegar a tu casa con tu beba en brazos, pero la contradicción de haber...